Batir la manteca a temperatura ambiente, utilizando una batidora eléctrica.
Continuar batiendo la manteca y añadir la misma cantidad en peso de azúcar impalpable. Luego incorporar el colorante y la esencia de vainilla hasta que el frosting tome el color y el sabor deseados.
Luego incorporar el colorante alimenticio y el saborizante en cantidad necesaria, hasta que el frosting tome el color y el sabor deseados.
Se coloca esta preparación en una manga de pastelería y se procede a decorar las Magdalenas Pozo.
Dos de las formas más habituales es realizando un espiral hacia adentro, terminando con un pico en el centro de la Magdalena, o haciendo un espiral hacia afuera, que da una interesante forma de flor a la decoración.
Encima del frosting se pueden colocar confites de pastelería, trozos de chocolate, granas o coco rallado, entre otras muchas opciones.
Para ofrecer una mayor variedad, es recomendable separar el frosting en varios recipientes y aplicar colorantes y/o saborizantes diferentes, para que las Magdalenas difieran entre sí. También es recomendable contar con una manga de picos intercambiables, para generar diferentes patrones. Quienes nunca hayan manejado una manga pueden practicar diversas formas sobre un plato o un cucharón invertido antes de comenzar a decorar. Una vez dominada la técnica, se puede complementar esta opción con otras alternativas, como la de untar el frosting para lograr una superficie plana y luego escribir encima con una manga de pico fino, o utilizar una manga muy delgada para simular flecos de colores.